Mentir provoca una tensión espiritual psíquica en una persona

Para entender que una persona miente con el lenguaje corporal, es necesario tener algún conocimiento sobre el lenguaje corporal primero y luego ser un observador. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que no importa qué tan bien conozca el lenguaje corporal o qué tan buen observador sea, estas no son razones suficientes para decir que definitivamente está mintiendo.

No sería correcto decir que eres un mentiroso al mirar las acciones de tu persona. Las acciones de la persona sobre este tema solo pueden darnos pistas de que está mintiendo, pero no dan la verdad exacta.

Mentir provoca una tensión psíquica en una persona

Porque el cerebro humano trabaja con lógica. Por lo tanto, cuando hay una discrepancia entre lo que se dice y lo que realmente existe, el cerebro automáticamente comienza a enviar señales incoherentes, y surgen diferencias entre lo que se dice y las señales que emite el cerebro. Por tanto, la persona está en tensión espiritual.

La tensión mental se refleja directamente en el cuerpo de la persona y le da una pista a la otra parte de que la persona está mintiendo. Si eres un buen observador, puedes reconocer inmediatamente que la otra parte está en tensión.

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Los movimientos corporales aumentan, especialmente cuando está acostado

Debido a la mentira, el flujo sanguíneo y la frecuencia cardíaca aumentan y la persona está bajo estrés. En una persona estresada, la sangre se extrae de los órganos del sistema digestivo y se bombea hacia los brazos y piernas, que son los órganos de defensa, y esto crea un aumento en los movimientos de la persona acostada. La persona que miente se mueve más o comienza a girar de izquierda a derecha donde está sentada. A medida que el cuerpo comienza a defenderse y movilizarse, la persona comienza a poner excusas para poder moverse más donde está.

Las personas que mienten, ponen una excusa inmediatamente después de la mentira para no sentarse donde están, y se mueven. En otras palabras, hay un movimiento excesivo inesperado en el cuerpo de la persona que miente, lo que le da una pista a la otra parte de que está mintiendo.

En circunstancias normales, los gestos con las manos están en armonía con la conversación de la persona. Sin embargo, existe una discrepancia entre los gestos de la persona que miente y su forma de hablar.

En otras palabras, el cuerpo de la persona actúa de una manera incompatible y en un idioma diferente, no de una manera que confirme lo que dice. O comienzan a repetir el mismo movimiento con su persona acostada, es decir, siempre hacen el mismo movimiento con las manos. O trata de destruir sus personas por completo, es decir, en realidad se intenta que las manos no se muestren, sino que se oculten ocultando las palmas. Porque las palmas estoy diciendo la verdad, cuando digo que puedes confiar en mí, el cerebro automáticamente ordena a la persona a esconder sus palmas porque sabe que lo que se dice es mentira.

La nariz y su reacción

La nariz es un órgano asociado con la mentira, como la nariz de Pinocho se alarga cuando miente. Dado que los extremos más sensibles del sistema nervioso están en la nariz, las señales de incompatibilidad dadas por el cerebro se manifiestan primero en la nariz y la nariz comienza a sentir hormigueo y picazón. Sin embargo, no sería correcto decir que todas las personas que se rascan la nariz están mintiendo. Porque una persona puede rascarse la nariz dentro de la nariz le pica mucho.

Evitar los ojos y encoger los ojos por miedo también es una pista para mentir. Una persona que miente evita hacer contacto visual con la otra persona. Mientras la persona habla, siempre intenta mirar otras cosas o mirar otros lados. Gira la cabeza desde el lado de la otra persona o mueve los ojos hacia la derecha, la izquierda, hacia abajo, hacia arriba. Pero; Alguien que sabe que este acto es mentir en el lenguaje corporal, esta vez pone sus ojos en los ojos del otro mientras está acostado. En otras palabras, cualquier comportamiento que no sea natural es una señal de que una persona está mintiendo.


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