El secreto de las esfinges y el rey Salomón

Salomón escribió en su libro que sus antepasados ​​llamaron a los cuatro elementos (es decir, aire, fuego, tierra y agua) las cuatro formas elementales de una sustancia. De ahí el símbolo o el verdadero secreto guardado en las esfinges. De hecho, estas cuatro formas mencionadas en el libro de Salomón fueron simbolizadas en una esfinge de la siguiente manera:

El aire de las alas; agua del pecho de una mujer; la tierra del cuerpo del toro; el fuego de las garras del león La sustancia es una, tres veces triple, en esencia, y, finalmente, cuádruple en forma de existencia. Este es el significado de las tres pirámides egipcias, con caras en forma de triángulo y base cuadrada; cuidado con las esfinges.

Egipto al levantar sus maravillosos monumentos destinados a levantar los Pilares de Hércules de la Ciencia Universal

La forma de la esfinge, por analogía jeroglífica, también representa las cuatro propiedades del agente mágico universal: disolver, coagular, calentar, enfriar. Estas propiedades, cuando son dirigidas por la voluntad del hombre, pueden modificar las fuerzas de la naturaleza y producir, según el impulso, vida o muerte, salud o enfermedad, amor u odio, riqueza o pobreza.

Como efecto máximo pueden poner todos los reflejos de luz al servicio de la imaginación, ya que son el resultado natural de las peticiones más atrevidas y concretas, que las generaciones futuras pueden dirigir a la alta magia y el servicio esotérico.

¿Puedes escapar de la muerte?

Puede escapar de la muerte de dos maneras: con el tiempo, previniendo y tratando enfermedades; en el espacio, perpetuando la identidad personal en la transformación de la existencia, a través del recuerdo de las obras transmitidas a la posteridad. La vida es el resultado y no se puede preservar sino mediante la sucesión y perfección de formas.

La ciencia del movimiento perpetuo o continuo es la de la vida y la de la naturaleza. Esta ciencia, que me han revelado los espíritus de otros mundos (dijo Salomón), tiene como objeto la ponderación correcta de las influencias equilibradas. Debe tenerse en cuenta, intque la renovación se produce mediante la destrucción; resumiendo, por tanto, la generación es una muerte, la muerte es una generación. Entonces, en la práctica, es como si nunca hubiera perecido: la inmortalidad.

¿Existe la piedra filosofal? En caso de que haya, ¿qué se debe hacer para averiguarlo?

Los metales dentro de las entrañas de la tierra se forman como lo hacen los planetas y el espacio, a través de las particularidades de una aleación latente, que se descompone pasando por diferentes medios ambientes.

Todo el secreto de la gran obra radica en tomar posesión de un medio ambiente, en el que la luz metálica está latente, y antes de especializarse, colocarla en el polo positivo extremo (es decir, rojo brillante, obtenido para un juego o administrado a partir de la luz). sí mismo).

Se entiende que esta luz positiva en su grado más alto de condensación es la vida misma convertida en luz física, y puede servir como un disolvedor universal y como un medio para todos los reinos de la naturaleza. Sin embargo, para extraer cestibium, con arsénico, el esperma metálico, vivo y hermafrodita, se necesita un primer disolvedor, que puede ser un mineral de sal singular, potenciado por la combinación de electricidad y magnetismo.


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